“El género es la construcción sociocultural que sobre la base de los sexos determina
identidades, roles y espacios diferenciados a mujeres y hombres. Nacemos con un sexo que nos
diferencia, pero nos desarrollamos como hombres y mujeres en la sociedad y el tiempo que nos
tocó vivir. Nacemos con un sexo, hombre o mujer, pero lo que somos como hombre o mujer, lo
masculino o femenino, lo hemos aprendido como resultado de la socialización y la cultura en la
que las personas estamos inmersas.”
¿CÓMO SE ADQUIEREN Y SE TRANSMITEN LOS ESTEREOTIPOS DE GÉNERO?
Los estereotipos tradicionales de género no son innatos al
hombre o a la mujer, es decir, que las concepciones que tenemos de los hombres y las mujeres
con sus distintas características no son biológicas, sino que han sido adquiridas a lo largo de la
historia y se han ido perpetuando a través de un proceso de socialización en el que las
personas han ido construyendo sus identidades en base a dicho sistema de creencias y valores.
Esto es a lo que diversos autores denominan “socialización del género”.
El género da lugar a concepciones sociales y culturales sobre la masculinidad y la feminidad,
que como bien se expuso anteriormente da lugar a la justificación de la discriminación por
sexo (sexismo), entre otras discriminaciones.
Las personas aprenden la división de lo masculino y lo femenino mediante actividades
cotidianas, donde surgen conceptos que estructuran la percepción y la organización simbólica
de ambos géneros.
PERCEPCIONES SOBRE LOS ESTEREOTIPOS Y ROLES TRADICIONALES DE GÉNERO.
Las rígidas concepciones están tan extendidas que incluso los rasgos de personalidad
masculina y femenina están estereotipados, por lo que al hombre se le atribuyen unos rasgos y
a las mujeres otros. Los rasgos de los hombres son los denominados instrumentales, que
guardan relación con la competencia, la asertividad y la racionalidad y a la mujer se le
adjudican rasgos de tipo expresivos que enfatizan la calidez, cuidado y sensibilidad, más
relacionados con la afectividad y la emocionalidad.
ROLES TRADICIONALES DE GÉNERO
Los hombres deben ser responsables de mantener económicamente a su familia
El hecho de asumir que los hombres deben ser los principales proveedores de sostener a la
familia económicamente, es un estereotipo muy tradicional que tiene sus consecuencias
negativas, puesto que lleva a muchos hombres a refugiarse en el trabajo para poder obtener
los ingresos que les permitan ser un buen proveedor; descuidando de este modo áreas
importantes de la vida, como los vínculos afectivos.
Las madres cuidan mejor a los hijos e hijas
El rol del cuidado de los otros le viene asociado tradicionalmente a la mujer, pero esto nos
lleva a un debate por saber si la madre es capaz de cuidar mejor a los hijos e hijas que los
padres, debido a su función biológica de maternidad.
Reparto de las tareas del hogar por igual mujeres y hombres
Uno de los progresos más importantes de la sociedad hacia la igualdad de oportunidades ha
sido la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, pero este logro no ha ido acompañado
de que el hombre también se incorpore al trabajo doméstico. Se acepta que la mujer trabaje
fuera del hogar y que tenga otras actividades, siempre y cuando sus “responsabilidades
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familiares” estén atendidas. Las tareas domésticas, por lo general, siguen recayendo
mayoritariamente sobre las mujeres, aunque trabajen también fuera de casa.
El hombre debe ser quien proteja a la mujer
El rol de protector de las demás personas y en especial con las mujeres, suele traducirse en
control, procurando que sean dependientes y les hagan sentir que los necesitan. Podemos situarlo en uno de los micromachismos de los que Bonino habla: el del paternalismo protector,
que entiende igualmente a la mujer como débil e inferior, considerando por tanto que el
hombre debe protegerla y cuidar de ella.
Estereotipos tradicionalmente masculinos: Son los atributos asociados a los varones sólo por el
hecho de serlo. Estas cuestiones nos sirven para conocer si se duda de los factores naturales o
sociales y otros, para ver hasta qué punto sigue reproduciéndose el Modelo de Masculinidad
Hegemónica y hay un rechazo de las llamadas nuevas masculinidades: Los chicos son agresivos
por naturaleza. Los hombres no lloran y expresan sus sentimientos en público.
Estereotipos tradicionalmente femeninos: En cuanto a estos estereotipos, al igual que en el
caso de los atribuidos a los hombres, pretendemos ver hasta qué punto las percepciones
contribuyen a que se siga reproduciendo la creencia de que las cualidades femeninas han de
guardar relación con la sensibilidad, calidez, suavidad:
Las chicas son más tiernas y comprensivas que los chicos: Los atributos de la mujer que se
espera y se refuerza socialmente son la sensibilidad, la comprensión, ternura… siempre
cuidando más en los hombres los aspectos afectivos y emocionales. Esto acaba por
considerarse una característica natural de las mujeres, no se observa el trasfondo de la
socialización del género.
Las chicas cuidan el aspecto físico más que los chicos: Esta variable guarda relación con la
reproducción del rol de la ética del cuidado del cuerpo. El rol que la sociedad espera de la
mujer, en este sentido, podemos afirmar que ha estado y está sometida a los cánones de
belleza de manera más intensa que el hombre. Estas exigencias vienen por parte de los
hombres pero también por otras mujeres.
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